Cuando escribí la canción Ciudad, la hice pensando precisamente en conyunturas
El distrito Barranco es un balneario plagado de belleza arquitectónica y paisajística: podría ser un distrito monumental en dicho sentido. La cantidad de pasado mezclado con el presente es increíble… y lastimosamente, aún no es armónica. O al menos coherente con algún modelo de desarrollo urbano específico.
Muchos de sus hermosísimos solares republicanos son bastante vulnerables frente a sismos (y en Lima-Perú, eso puede ocurrir en cualquier momento). Esto representa un reto enorme para quienes deseamos preservar estos bienes culturales (que definitivamente son buenos para los ojos y la memoria, de donde uno puede aprender tanto).
Por otro lado -extremo- una cantidad grosera de solares y viviendas menos antiguas se venden al proceso de la construcción, del llamado boom inmobiliario (rubro con criterios que no van mucho más allá
Entiendo perfectamente que las dos posturas, los dos modelos de desarrollo aquí expuestos, tienen fortalezas y debilidades. Por lo mismo, el móvil que debe llevarnos a elegir uno u otro debería ser estrictamente ético, en función a corregir la vulnerabilidad existente… y no generando nuevas condiciones de vulnerabilidad.
Como si esto fuera poco, una vez más tengo que ver y soportar que la vileza se disfrace dentro de la “normatividad” o “legalidad”: La alcaldía de la región Lima está construyendo un sistema de autobús que divide Barranco en dos, tugiriza el tránsito vehicular en un 200% (y lo hará más aun cuando empiece a funcionar, digan lo que digan, es demasiado, demasiado obvio), sin consultas vecinales, sin un Plan de Impacto Ambiental y sin un Plan Vial para reordenar las calles del distrito. La alcaldía de Barranco da fe de este terrible y sostenido atropello.
Hoy por los noticieros, me enteré de que en el distrito de San Bartolo también se disfrazó la vileza: de pronto los vecinos vieron construcciones enormes en sus espacios públicos más representativos… y lo peor es que la obra no terminó de construirse nunca… Eso se explica porque -de alguna soterrada manera- un funcionario de la empresa de agua
Cuando la vileza se disfraza de “legalidad”, los actos éticos parecen estar “fuera
Escribo hoy por impotencia absoluta. Los vecinos preocupados (e informados) nos hemos puesto de pie, y esperamos hacer historia, aunque pequeña, en estos días.
En mi ciudad, hay una mezcla que no entiendo...