mayo 04, 2010

Reporte

He encontrado hoy una pequeñísima brecha
–en la maraña de cosas que hago todo el tiempo-
para expresar cómo va el proyecto… esta segunda aventura,
este segundo disco
que no es más que la parte final del primer barco,
terminar la primera ola de producción de mi vida.

Ya es mayo,
he grabado las primeras 4 canciones,
no tengo idea de cómo, pero ahí están…
y me gustan mucho, las quiero.

Me siento atrasado,
pues para mayo del año pasado
ya tenía unas 9 canciones.
No importa, cada disco
tiene su espíritu, alma.

Sigo terriblemente ocupado,
con obligaciones permanentes
y cotidianas
a las que no creo que renunciaré,
como ya explique en mi anterior escrito.

Por el contrario,
ahora me levanto más temprano,
a las 5:00am estoy de pie
y mi día no acaba
hasta que los ojos
se cierran por la fuerza,
por sentido de responsabilidad.

Sí, fuerzo el sueño.
Porque por alguna razón,
puedo sentirme muy agotado,
pero mi irresponsable afán de producir a como dé lugar
me quiere mantener despierto de por vida
(quizá ese es el recodo más íntimo de mis ganas,
el nodo más arcano, la arista que no vemos).

Sueño con poder dedicarle más tiempo a este proyecto,
Sueño con poder encontrar los medios para volver a llegar a sus oídos y a más,
Sueño con escuchar el eco de mis posturas en la comisura de sus asentimientos,
Sueño y quiero, mucho,
pero actúo con una racionalidad bárbara,
que raya en la sinrazón de lo extremadamente lógico,
tanto que resulta casi incomprensible, lastimero, autogolpe.

Seguiré buscando brechas, lo prometo.

Camilo.